Las fiestas patronales de
septiembre de 1929 mostraron a la población de Melilla una fisonomía muy
distinta a la habitual en la ciudad. A los festejos de siempre se añadieron
nuevas estampas sin tradición anterior.
El 9 de septiembre se inauguraba
una Exposición Hispano-Marroquí, en la que no faltaron secciones de todo tipo,
con inclusión de un zoco montado al estilo habitual del campo vecino, en el que se ofrecían toda
clase de productos del campo y de la artesanía popular. Por no faltar, ni
siquiera faltó una amplia orquesta compuesta por 50 músicos rifeños que, “en
infernal algarabía”, tocaban, cantaban y bailaban, ni tampoco el clásico
encantador de serpientes.
El zoco fue situado en las faldas
del cerro de San Lorenzo, en los terrenos en los que años más tarde se
levantarían la plaza de toros y las llamadas “casas de maestros”. Por parte
rifeña presidía la feria el indispensable Abdelkader ben el Hach Tieb, naib del
gran visir.
Concurso
de ganado. Jurado (Melilla 1929)
La foto muestra al jurado del
concurso, y en ella se observa, por dar algunos nombres significativos, además
de al naib Abdelkader, a la izquierda de la misma, al teniente coronel Muñoz
Grandes, jefe de Intervenciones Militares; a la derecha, al comandante
Cebollino, de la
Mehalla Jalifiana nº 5, y sentado bajo la tienda, al ingeniero
director de la Granja
Agrícola Carlos Cremades.
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