sábado, 25 de septiembre de 2010

LA EXPOSICION DE LOS CENTROS COMERCIALES

Los centros comerciales hispano-marroquíes fueron fundados en Cataluña por Emilio Corbella en 1904. La idea fundamental era cooperar al desarrollo de la influencia comercial de España en Marruecos.

 Centro Comercial Hispano-Marroquí (1932).
En Melilla se constituyó un centro el 3 de abril de 1905, siendo presidente el teniente coronel Álvarez Cabrera, y secretarios Cándido Lobera y el médico civil Antonio Moreno. Este organismo llevó una vida lánguida hasta que en plena campaña de 1909 fue disuelto por falta de actividad. Sus intentos de refundación fueron inútiles para los fines que se proponían.

El ingeniero Salvador Corbella volvió, en 1910, a retomar la iniciativa, proponiendo la creación en Melilla de una exposición de productos extraídos de la industria española con el fin de acercarlos a la población marroquí del territorio inmediato.

Aprovechando la estancia en Melilla del Alfonso XIII, el rey colocó la primera piedra del centro un 21 de enero de 1911.


El proyecto y dirección corrió a cargo de Salvador Corbella. Sobre una superficie total de dos mil metros cuadrados, constaba de tres cuerpos separados por jardines que, en total, sumaban 600 metros cuadrados. La monumental fachada medía 40 x 15 metros, y en las esquinas se colocaron cuatro estatuas que representaban al Comercio, Agricultura, Industria y Navegación. Sobre la amplia puerta se colocó un escudo de España sostenido por dos leones.

Las tres salas de la exposición, en forma de herradura, ocupaban 800 metros cuadrados. Un cuerpo fue dedicado a oficinas y otro más a locales auxiliares.


Las obras se terminaron en el mes de diciembre siguiente, aunque la inauguración oficial del edificio se haría cinco años más tarde, el 14 de septiembre de 1916, con presencia del Director General de Agricultura Estanislao D’Angelo ( en representación del presidente del Gobierno Conde de Romanones),el arzobispo de Tarragona Antolín López Peláez, el poeta Salvador Rueda, el secretario de los Centros comerciales señor Alegret, y un antiguo conocido de los melillenses, Teodoro Fernández Cuevas, como periodista de La Acción. Se recibieron adhesiones de toda España; entre ellas la de Giner de los Ríos, Maura, Melquíades Álvarez, Gasset, Rahola (de la Lliga Regionalista) y de todas las cámaras de comercio de España.




Aunque el local llegó a contar con cerca de 800 expositores, 200 de ellos catalanes, la exposición fue un fracaso desde el primer momento, y no sirvió para el fin que se proponían, pues, los productos expuestos estaban muy alejados de los demandados por los marroquíes.





No se tuvo en cuenta la experiencia de Inglaterra, Francia y, sobre todo, Alemania, que procuraban presentar sus productos adecuados a los gustos marroquíes en calidad y formato.

El mismo fracaso tuvo la exposición existente en la Cámara de Comercio de Melilla, que tampoco cumplió las expectativas prometidas.



El edificio fue utilizado en diversas funciones durante su vida; como hospital en 1921, como cantina escolar para 150 niños en 1936, y como capilla de las religiosas Adoratrices, para mujeres descarriadas en 1938, dedicada a su fundadora Santa María Micaela, entre otras funciones.

Con el paso de los años ha venido a terminar en lo que hoy es: una ruina arquitectónica.

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